De Puentes y Silencios

Como Tejedora de Puentes, me he sentido frustrada en el último tiempo. Ya antes de la pandemia, personas que amo profundamente decidieron minar algunos Puentes y me hicieron dudar de los milagros y de la fuerza del Amor.

En la última semana, sentí que un virus invisible y las medidas del gobierno destruían todos los Puentes que venía construyendo afanosamente durante los últimos tres años. La imposibilidad de recibir personas en casa limitó mi capacidad de generar ingresos y sin importar cuánto trabaje en las redes o me ocupe de sembrar, parece que solo Dios sabe cuando y como llegará cada cosa que necesito.

En realidad, se han bloqueado todos los Puentes físicos y las fronteras intentan frenar un enemigo que no reconoce estrategias humanas de defensa.

Para quienes estamos fuera del sistema y estamos acostumbrados a largos y repetidos fines de semana en silencio, esta quietud se nos hace familiar. Para quienes el ruido y las masas son su hábitat natural, el pánico al silencio los motiva a saturar las redes sociales con cadenas, mensajes, vídeos, audios y rutinas virtuales.

Como si el peor castigo de este confinamiento fuera tener que lidiar con las emociones y ese rostro que nos mira en el espejo.

La gran Invocación (dejo el enlace) surgió en 1945 como una forma de traer luz al mundo en medio de la oscuridad de la guerra que no parecía tener límites. Una de las prácticas derivadas es la creación de triángulos de luz en todo el planeta, cuando las personas coinciden en un horario y en intención para crear redes de luz.

Los curanderos podemos, por medio de la oración, curar el dolor de cabeza, las quemaduras y algunos otros males aunque la persona esté a miles de kilómetros de distancia.

Quizá está pandemia llegó para enseñarnos algo y no se irá hasta que hagamos lo correcto.

Creo que es tiempo de rescatar nuestra capacidad de construir y sostener Puentes invisibles de energía y Buena Voluntad. Desde el silencio, desde la meditación y la respiración consciente podemos alcanzar y rodear a otras personas con Luz y Amor. (Dejo el enlace para descargar los audios de la Escuela del Silencio.)

En el ruido, en el pánico, en la negatividad y en el aislamiento espiritual, nos desconocemos, nos perdemos y nos alejamos de la esencia Divina que nos hace parte de una misma esencia que respira bajo el mismo cielo.

🌷 Susannah Lorenzo
Tejedora de Puentes

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