Príncipe de la Paz
“Él será
Juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas
con sus lanzas. No levantará la espada
una nación contra otra, ni se adiestrarán más para la guerra.”
Isaías 2:4
Junio de
2023
Según la
religión Cristiana, han pasado ya 2023 años desde la llegada de Jesús. Las Escrituras nos anuncian que Cristo
volverá a encarnar en forma humana, o al menos eso es lo que muchos interpretan
a través de traducciones en diferentes idiomas.
Siempre lo digo, leer la Biblia en inglés no es lo mismo que leerla en
español; imagino que tampoco sería la misma experiencia si pudiera leerla en su
idioma original.
¿Qué pasaría
si hubiera una interpretación errónea de las metáforas y alegorías usadas? ¿Qué
pasaría si en realidad, la humanidad tuviera que prepararse para la ‘llegada’
de Jesús?
¿Hemos
aprendido algo desde que Cristo fue crucificado? ¿Están nuestros corazones y nuestras vidas
dispuestas para dar ‘Posada’ a Jesús?
¿Estamos en condiciones de vivir plenamente según sus enseñanzas? ¿Confiamos en Jesús totalmente como nuestro
protector, Maestro y Rey supremo?
Si algo se
sabe, de todos los Maestros espirituales ascendidos, es que su energía y su
alma no se manifiestan o encarnan dos veces en la misma forma física; es decir,
sería imposible esperar que Jesús se nos apareciera con las facciones y rasgos
con los que lo retratan la mayoría de los artistas. ¿Cómo vamos a reconocerlo entonces? Estoy segura que será a través de su energía
(invisible para muchos) y de la expansión de su aura.
Mi mente de
niña inquieta no deja de jugar con las posibilidades. Imaginemos que un hombre se hace llamar Rey
de reyes y se anuncia como Hijo de Dios, en la actualidad. Habrá autoridades, eminencias científicas,
catedráticos de teología y profesionales de la salud, desplegando toda la
artillería para demostrar que está loco o que tiene alguna intención de desestabilizar
a la sociedad. Estarán todos ocupados
por escanearlo de pies a cabeza con tecnología ultra moderna y lo convertirán
en rata de laboratorio, hasta que ya no quede un gramo de su cuerpo sin
pinchar, seccionar, analizar, torturar o examinar. No será tratado como un Ser Sagrado, hasta
que las grandes potencias mundiales se pongan de acuerdo y mientras tanto, lo
mantendrán controlado con fármacos y habitaciones de máxima seguridad en alguna
dependencia habilitada para esconder extraterrestres.
Seguramente,
no sería crucificado en el sentido estricto de la palabra, ni sería destrozado
con un látigo y otros elementos de tortura de la época de los romanos. Pero, metafóricamente hablando, sería
crucificado por los medios de prensa, el mismo Vaticano o los chismes del
barrio. Su cuerpo sería torturado con
rayo láser, electrodos y variados dispositivos para demostrar la falacia de sus
declaraciones y profecías.
“Sí, mi
Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. Así como muchos quedaron horrorizados a causa
de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su
apariencia no era más la de un ser humano, así también él asombrará a muchas
naciones y ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les
había contado y comprenderán algo que nunca habían oído.”
Isaías
52:13-15
Así como otorgamos
el mando de gobierno a otras personas para que decidan por nosotros; del mismo
modo, queremos un Jesús con súper poderes, que baje en una nube multicolor y
luminosa para restablecer la Paz en este planeta.
Creemos que
Él se sentará como un juez y limpiará esta tierra de todo ser malvado y que
sólo quedaremos ‘los buenos’. De ese
modo, la responsabilidad queda depositada en un Mesías que sólo conocemos de
libros, pinturas y esculturas.
Me pregunto
si acaso nosotros mismos demoramos esa llegada porque nos encargamos a diario
de propagar y multiplicar conflictos, en vez de cultivar la Paz.
No estoy
hablando de naciones y decisiones fuera de nuestro alcance. Hablo de nuestras pequeñas elecciones
cotidianas que nos alejan de la Paz.
La Paz
comienza dentro de cada ser humano y luego se expande a su espacio de
convivencia, a su barrio, a su lugar de trabajo, a su ciudad y ahí escala hasta
llegar a las naciones.
Todos somos
responsables de cultivar la Paz; sin embargo, a diario, elegimos crear
conflictos interiores o sumarnos a conflictos creados por otras personas.
Me miro y me
cuestiono, haciendo mi propio listado de todas las elecciones que me alejan de
Jesús y me acercan a la tormentosa oscuridad de conflictos carentes de paz,
amor, comprensión y compasión:
- Cuando
espero lo peor de otras personas.
- Cuando
no veo la presencia de Dios en otras personas.
- Cuando
ocupo mi tiempo y mi energía en juzgar lo que otros deberían hacer o dejar de
hacer.
- Cuando
creo que si yo no controlo todo, nada saldrá bien.
- Cuando
me olvido de caminar, hablar y actuar con Jesús en mi corazón.
- Cuando
ignoro los pequeños milagros de cada día.
- Cuando
me enojo por lo que no puedo cambiar y no depende de mí.
- Cuando
me sumo a chismes y habladurías.
- Cuando
hablo mal de otras personas y uso palabras despectivas o condenatorias.
- Cuando
creo que soy mejor, más espiritual o más justa que otras personas.
- Cuando
dejo que mi corazón se llene de resentimiento, amargura e impotencia.
- Cuando
creo saber el castigo que merece cada persona que ha perjudicado a otros.
- Cuando
creo saber quiénes merecen misericordia divina y quiénes no.
- Cuando
ocupo mis palabras y pensamientos para condenar a otras personas.
- Cuando
creo que no soy digna de ser una hija de Dios.
- Cuando
creo que no estoy a la altura de lo que Dios me encomienda.
- Cuando
creo que Dios se ha equivocado conmigo.
- Cuando
desconfío de que Dios pueda resolver mis problemas más complicados.
- Cuando
dejo que las manipulaciones mediáticas hagan nido en mi cabeza.
- Cuando
escucho voces ajenas y dejo de escuchar mi voz interior y la voz de Dios en mi
corazón.
- Cuando
me enojo por ser como soy.
- Cuando
escondo mi esencia, mis dones y mis talentos.
- Cuando
dejo de ser coherente con la misión de mi Alma.
- Cuando
aparento ser alguien que no soy para conformar a otros.
Hacer mi
lista de lo que alimenta conflictos internos y me aleja de la Paz y el
equilibrio, me sirve para reenfocar la atención y la mirada. Se convierte en recordatorio de que la
verdadera llegada de Jesús, es posible desde nuestra capacidad para encender
nuestros corazones y mantener vivo su Nombre Santo y su Presencia Sagrada.
Susannah
Lorenzo / Tejedora de Cielos©
Día Santo
con Jesús 03.06.2023
“El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daños ni estragos en toda mi Montaña Santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.”
Isaías 11:6-9
Comentarios
Publicar un comentario
Son aceptados todos los comentarios hechos con respeto e inteligencia.